La procrastinación de mi tiempo es algo que me preocupa desde hace muchos años y es un problema que tenemos todos. A pesar de que siempre he trabajado para luchar contra ella hace poco decidí estudiar sobre como funciona para tomar conciencia y gestionarla mejor.
Este artículo es la continuación de El demonio de la Procrastinación. Una lectura de 3 minutos en la que explico por qué procrastinamos.
6 minutos de lectura
Soy Enrique Lechuga, ¿mi misión? aportar valor a mi círculo a través de aprendizajes útiles para la vida.
Como ya adelantamos en la entrega anterior, hay dos pasos para vencer la procrastinación. Lo primero es tomar consciencia de la situación y luego aplicar los técnicas de autopresión. En este artículo vamos a desgranar estas técnicas para que puedas utilizarlas en tu día a día.
Tomar conciencia. Como con todos los problemas, es fundamental ser consciente de que existe. Si no, es IMPOSIBLE emplear ningún método. Hay que ser consciente no solo de manera general, sino también en el momento de la procrastinación.
Las técnicas de autopresión provocan un compromiso superior con la tarea. Cuantos más apliques, más compromiso. No todos son aplicables a todas las tareas pero siempre puedes aplicar alguno.
La Regla de los 5 segundos. No hay que menospreciar este método por muy sencillo que parezca. Una vez has tomado consciencia, debes contar hacia atrás 5 segundos (5,4,3,2,1,0) y comenzar la tarea. Consiste en tomar una decisión rápida, sencilla y que no gaste energía del cerebro. Es un hábito muy fácil de adoptar y es la forma más sencilla de romper la barrera de empezar (la más difícil)
Cuéntaselo a alguien. Damos mucho valor a cumplir nuestra palabra, no nos gusta romperla. Cuando comunicamos lo que vamos a hacer a otra persona, estamos potenciando nuestro compromiso por que añadimos la responsabilidad de mantener una buena imagen con la otra persona (¡si la imagen que esa persona tiene de ti te importa, mejor!).
Personalmente me gusta tener reuniones con mi equipo al principio de la semana donde hablamos de las tareas pendientes para generar esta presión añadida para su cumplimiento. La considero una presión sana tanto para el equipo como para mí.
¿Cómo se come un elefante? Pues poco a poco, trocito a trocito. Con las tareas largas y tediosas hay que hacer lo mismo. Convertirla en pequeños y jugosos trozos que sean más apetecibles. Una tarea como “aprender a tocar la guitarra”, es la excusa perfecta para procrastinar. Sin embargo, aprender 1 acorde resulta mucho más sencillo.
Te recomiendo utilizar una buena herramienta para desmembrar la tarea. Puedes usar, notion, teams, one notes, todoist, trello, calendar...
Visualiza el futuro y prioriza. No hay que perder el foco, imagina no solo como será el resultado si no también como será el camino. Como encaja cada tarea hasta llegar al final. Si estuvieses construyendo una casa es como si visualizases cada ladrillo y como queda en su conjunto.
Sobrevalorar nuestra productividad. Hay que tener mucho cuidado a la hora de sobrevalorar nuestra productividad. Aquí hay dos versiones, la que recomiendan que hay que subestimar la productividad y por tanto mejor que te pongas menos tareas de las que puedes hacer, básicamente para no frustrarte. O no subestimar la productividad y simplemente reorganizar las tareas que no has acabado. Personalmente, uso la segunda.
Puntos de presión. Busca más puntos de presión que te comprometan con la tarea. Por ejemplo, un dead line o un premio si logras acabar la tarea. Conócete a ti mismo y busca tus puntos de presión. Trabajar con pomodoros va muy bien para ejercer presión motivacional.
Minimiza las distracciones. Aléjate de lo que más te distrae cuando te quieras enfocar en una tarea. Si es el móvil, déjalo fuera de la habitación, si es un lápiz, escóndelo, si es una mosca, ¡mátala! ¡Pero no dejes que el demonio use armas para distraerte, tienes una tarea! Personalmente, yo me borró del móvil todas las aplicaciones que me hacen procrastinar, a mí me funciona.
Skin in the game. Otro punto de presión muy efectivo. Invertir algo que aprecies en la tarea (normalmente dinero) nos hará comprometernos más con la ella, sentiremos que estamos perdiendo más. No hay las mismas posibilidades de acabar un curso de pago que uno gratuito.
Un sesgo. El efecto Zeigarnik. Consiste que en que las tareas que hemos dejado a medias las recordamos mejor que las que hemos terminado. Esto es básicamente porque el cerebro tiene una necesidad imperiosa de finalizar tareas. Ayúdate de este sesgo para priorizar las tareas que te has dejado a medias.
La regla de los 5 minutos. Si la tarea que vas a hacer dura menos de 5 minutos, no lo pienses hazlo directamente. No dediques ni un solo segundo a pensar la pereza que te da hacerla, simplemente hazlo. También es un hábito sencillo de aprender.
Ejemplos de estas tareas son recoger el fregaplatos, fregar, recoger el cuarto, ordenar el escritorio...
¿Ya está? ¿Solo esto?
No, hay más cosas. Las técnicas anteriores te ayudarán a ejercer autopresión para hacer las tareas, pero no "hacen" las tareas. Mientras estés haciendo la tarea, el demonio de la procrastinación se te aparecerá en numerosas ocasiones y hay algunas premisas básicas en la línea temporal de la realización de una tarea, que conocerlas, te ayudarán a empezarla y a acabarla.
Lo más duro es el principio. Al arrancar la tarea te encuentras en el límite entre el "ocio" y la responsabilidad. Rompe está barrera lo antes posible y con la mayor fuerza posible. Te dará un empujón para continuar.
Primeros problemas. Llegarán momentos en el desarrollo de la tarea en los que te equivocarás o que serán más difícil de lo que esperabas. Eres consciente de que esto va a suceder, no te des por vencido y sucumbas a las mieles de la procrastinación.
Primeras recompensas. La tarea avanza, lo sientes, te alegras y te recompensas con un tiempo libre moderado para continuar más tarde con la tarea (es un buen momento para ir al baño😂). Organizar la tarea en pomodoros que te den este tiempo libre, es una buena idea.
3/4 de la tarea. Punto crucial en el desarrollo de la tarea. El demonio desaparece, literalmente, porque es consciente de que el final de la tarea se acerca y en ese momento gozará de tiempo libre para ocio "ilimitado" y de calidad.
Cuantas cosas ¿verdad?, no te agobies, ahora que ya conoces algunas de las técnicas no las apliques todas corriendo para ser mas productivo. Eso no va a funcionar, elige 1 o 2 técnicas y trata de aplicarlas en tu próxima tarea. Si te funciona estupendo, intenta crear el hábito. Si no te funciona, prueba otra técnica, como decía, somos diferentes y por lo tanto a cada uno nos funcionan cosas diferentes.
Espero que te haya gustado la entrega de hoy, como siempre te dejo:
Una encuesta
Un refrán
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy