El otro día perdí 100€ jugando al póker. He perdido muchas veces y no es una cantidad que me implique demasiados problemas (siempre juego o invierto dinero que no necesito, esta regla es oro) pero esta vez fue diferente. Perdí muy rápido mi dinero e incluso seguía apostando cuando sabía que tenía muchas posibilidades de perder.
No sé si te ha pasado algo parecido alguna vez, yo no sabía por qué había actuado así y me sentía tonto hasta que descubrí este sesgo, otro más para la lista, otro día más haciendo el capullo por no conocer cómo funciona el cerebro.
Si no sabes lo que son los sesgos cognitivos, te recomiendo que te leas este artículo dónde lo explico en 5 minutos ¿Qué son los sesgos cognitivos? Te ayudará a entenderlo mucho mejor.
Tiempo de lectura: 4 min
Soy Enrique Lechuga, ¿mi misión? aportar valor a mi círculo a través de mi experiencia y de aprendizajes útiles para la vida.
La falacia del coste hundido viene a ser el valor que le damos al tiempo, dinero o al esfuerzo invertido en algo cuando tenemos que tomar la decisión de dejarlo o continuar. Es decir, el tiempo que invertimos en algo influye en que continuemos haciéndolo, es como una especie de inercia. ¿Parece lógico verdad? A mí, mi madre siempre me decía que acabase lo que empezaba. No le voy a quitar razón a mi madre (menos sabiendo que me lee…) pero es que hay veces que continuar nos perjudica y aun así seguimos!
El hecho de pensar que no hemos disparado todas las balas para conseguir algo nos arde por dentro y esa emoción es positiva cuando realmente estamos haciendo algo que nos gusta y que merece la pena, pero ¿¿jugando al póker?? No tiene ningún tipo de sentido.
Es un error valorar una decisión por lo invertido en ella. Muchas veces la inversión pasada no aporta valor para tomar la mejor decisión en el presente. El problema radica en que cambiar de decisión es admitir que te has equivocado durante X tiempo. Ataca a nuestro ego y por eso nos cuesta tanto hacerlo, más aún si lo que estamos haciendo es algo público. Preferimos equivocarnos hasta el final antes de admitir nuestro error ¡menuda absurdez!
Hay que ser inteligente a la hora de tomar decisiones. Sacar de la ecuación la inversión pasada que hemos hecho y valorar la decisión puramente por lo que nos puede aportar en el futuro es actuar de forma inteligente.
Este sesgo aparece con mucha frecuencia en nuestra vida diaria, nos pasamos el día tomando decisiones, pero hay algunos casos dónde se ven con mucha claridad, quizá por la importancia de la decisión. Cuanto más importante más afecta el sesgo, más nos cuesta admitir que nos hemos equivocado y más daña nuestro ego. Te pongo algunos ejemplos:
Durante la etapa universitaria: “Aunque no me guste la carrera, para lo que me queda la acabo”
En relaciones sentimentales: “Me da pena dejar la relación, llevamos 5 años juntos”
Inversiones en bolsa: “ Ya he perdido un 20%, a ver si hay suerte y rebota”
Se que dicho así todo suena muy sencillo y ni mucho menos quiero frivolizar con la importancia de estas decisiones. Solo quiero que conozcas este sesgo y hacerte ver que, si tienes dudas con tu trabajo, con tus estudios o con lo que sea que estés haciendo y notes que la mochila del esfuerzo pasado te está pesando, quítate esa mochila y toma la decisión sin ella, no estarás fracasando, estarás actuando de forma inteligente.
Algunas decisiones no son tan evidentes como las anteriores, pero afecta el sesgo y si no lo tenemos en cuenta nos puede perjudicar gravemente. Son las decisiones relacionadas con la evolución tecnológica. Aquellas decisiones que nos impiden aprender a utilizar nuevas herramientas por que hemos invertido tiempo en otras herramientas más antiguas. Al ritmo que evoluciona la tecnología esto te puede sacar del mercado laboral rápidamente porque los que vienen detrás tuyo dominan herramientas más sofisticadas que las tuyas.
Tengo caso de éxito cercano sobre una batalla vencida a este sesgo. Mi primo empezó la carrera de química y dos años después decidió que eso no le gustaba y que lo que quería hacer era periodismo deportivo. Él siempre había estudiado mucho y había sacado muy buenas notas, tenía tendencia hacia las ciencias y de repente da un volantazo a su vida con toda la presión familiar y social que eso conlleva. Hoy en día es reportero de Gol TV y solo hace falta ver sus entrevistas para ver como irradia felicidad. Desde mi punto de vista ha logrado el éxito. No quiero ni pensar dónde estaría hoy en día si hubiese continuado con la primera carrera.
Espero que te haya gustado la entrega de hoy, como siempre te dejo:
Una encuesta
Un refrán
El ser humano tiene dos vidas y la segunda empieza cuando se da cuenta que solo tiene una.